Debemos darnos cuenta de que hay ciertas discrepancias, de que no todo es inequívoco y blanco y negro. Sentirse confuso es el punto de partida. Cuando estás confuso no crees que tu confusión es la respuesta. Como estás confuso, sientes que la respuesta debe de ser algo distinto y más claro. Eso invita a seguir haciendo preguntas, lo cual contiene la respuesta en sí mismo. Uno empieza a trabajar consigo mismo de ese modo.
Chögyam Trungpa, The Collected Works of Chogyam Trungpa: Volume Six.
Texto original en inglés.