El propósito de la meditación es enseñarte a ser. Tiene tres aspectos: postura, técnica y alegría.
Técnica (I)
Básicamente, la técnica es ser espacioso y no esperar nada. Si algo está a punto de pasar, pasará; si no va a pasar, no pasará. No esperes nada de tu práctica. La práctica sentada no es un castigo ni una recompensa. No esperes que te aporte un gozo repentino o una nueva relación con la realidad. Tienes que olvidar totalmente cualquier idea de este tipo.
De Chögyam Trungpa Rinpoché, «Following the Example of the Buddha», en The Profound Treasury of the Ocean of Dharma, volumen I, páginas 180-181.
Texto original en inglés.